El sentido humano en la era tecnológica: un superpoder para las organizaciones del futuro

Apalancado en valores como la empatía, la solidaridad, la ética y la responsabilidad, este enfoque pone en el centro de la estrategia a las personas considerando que, si bien la tecnología brinda herramientas para optimizar procesos, medir resultados y proyectar con precisión; es el sentido humano el que nos conecta con lo más importante: los otros.

Bajo esta mirada, las organizaciones enfrentan el reto de desarrollar una cultura con un verdadero sentido humano a partir de un profundo conocimiento de las necesidades, emociones y motivaciones de los colaboradores. El objetivo es crear espacios y condiciones para que se sientan valorados, escuchados, respetados y apoyados para dar su máximo potencial.

¿Qué ganan las empresas? ¡Muchas cosas! Por ejemplo, el fortalecimiento de la reputación corporativa y de la marca empleadora, un mejor clima laboral, menor absentismo y rotación de personal, así como una mayor capacidad para atraer y retener talento.

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Esto toma relevancia al conocer que los colaboradores presentan niveles récord de agotamiento y tienen estrés mental, enfrentan problemas sociales, trabajan con malos liderazgos y están presionados para mejorar sus habilidades en el trabajo.

El estudio “Panorama laboral en México 2023”, realizado por Pluxee México lo confirma. La investigación, basada en 402 entrevistas a trabajadores mayores de 16 años revela que el clima laboral, la falta de reconocimiento y las actividades ajenas al rol o posición son las tres principales causas de descontento entre los trabajadores. También indica que uno de cada dos muestra signos de burnout, que seis de cada diez han sufrido estrés laboral, y que 58% de los colaboradores no cuida de forma adecuada su salud física y mental.

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Definitivamente estamos en un punto de inflexión donde las organizaciones deben pasar de gestionar colaboradores a cuidar del bienestar y desarrollo de las personas, sentando con ello las bases para una cultura con verdadero sentido humano.

Punto de partida

Sin duda, las acciones con sentido humano son una inversión para un mejor futuro de las organizaciones, pero ¿de dónde partir? ¿Qué debemos contemplar? No existe una hoja de ruta exclusiva, pero sí algunas directrices que vale la pena explorar. Por ejemplo:

1. Fomentar una comunicación efectiva. Crear canales de comunicación que den seguridad a los colaboradores para expresarse libremente.
2. Reconocer los logros. Celebrar los éxitos y fomentar el progreso.
3. Crear planes de beneficios y recompensas personalizados. Ofrecer un mundo de posibilidades para que los colaboradores disfruten más de lo que verdaderamente importa en sus vidas.
4. Impulsar el desarrollo profesional. Brindar capacitación para el desarrollo de nuevas habilidades en atención a la expectativas y capacidades personales.
5. Crear acciones para la conciliación vida/trabajo. Implementar políticas y prácticas que permitan a los colaboradores conciliar sus responsabilidades laborales con su vida personal.
6. Impulsar la inclusión y diversidad. Valorar la diversidad y fomentar la inclusión, creando un espacio donde todos los colaboradores se sientan respetados.
7. Promover la salud física y mental: Promover hábitos saludables dentro y fuera del lugar de trabajo, y ofrecer apoyo psicológico a los colaboradores que lo requieran.

Los retos del liderazgo 🙋‍♂️🙋‍♀️

Las organizaciones con sentido humano requieren un liderazgo empático, con inteligencia emocional, valores éticos y morales y una gran capacidad para motivar e inspirar a una fuerza de trabajo que -hay que decirlo- está cansada, estresada y en muchos casos desmotivada. En este contexto, el liderazgo con sentido humano debe poseer ciertas competencias, como: 

•    Empatía. Entendida como la capacidad para ponerse en el lugar de los miembros de su equipo; conectando con las necesidades, perspectivas y emociones de sus colaboradores. 

• Alta escucha 👂. Sabe captar las necesidades de los demás sin juicio de por medio, con atención y empatía.
• Inteligencia emocional 🧠. Es capaz de gestionar sus propias emociones para mediar en conflictos, inspirar a la gente y fomentar un ambiente de trabajo emocionalmente inteligente.
• Comunicación 🔉. Domina el arte de la comunicación efectiva; es directo, claro y respetuoso al hablar. 
• Integridad 👍. Es coherencia entre el decir y el hacer, dando muestra de ética y responsabilidad; honestidad y transparencia. 
• Motivación 🙌. Sabe inspirar a los demás; comparte una visión de futuro que involucra a su equipo.
• Reconocimiento 🏅. No felicita: reconoce y valora a sus colaboradores fomentando el impulso al logro. 
• Delega 👉. Empodera a sus colaboradores para que tomen decisiones; confía en sus habilidades y potencial.
• Compromiso 🤝. Muestra un genuino compromiso con el bienestar de sus colaboradores tanto dentro como fuera del lugar de trabajo; toma acción. 
• Resiliencia ✊. Tiene una gran capacidad para adaptarse a los cambios y aprender de los errores; busca soluciones. 

Desafíos a la vista

Imprimir una cultura con sentido humano en la organización entraña diversos desafíos, como romper con el paradigma de que la eficiencia y la productividad no son compatibles con el bienestar integral de los colaboradores, que actuar con este enfoque no es redituable o que significa actuar con complacencia extrema. 

La buena noticia es que poco a poco los mitos caen ante la realidad y las organizaciones adquieren mayor conciencia sobre la importancia de adoptar esta cultura como un medio para mejorar sus resultados y para impactar de una manera positiva en sus colaboradores. 

El tema sobre la mesa es ¿cómo medir sus alcances? ¿Es posible conocer su impacto en la organización? La respuesta está en las métricas. 

Por ejemplo, las encuestas de clima laboral que permiten recopilar información sobre la percepción de los colaboradores en cuanto al liderazgo, bienestar y cultura; los índices de satisfacción y compromiso del empleado, así como los indicadores de retención de talento, de absentismo laboral, rotación de personal, seguridad y accidentes, bienestar y satisfacción del Cliente, por citar algunos ejemplos.

No obstante, vale la pena mencionar que cuantificar su relación directa con el desempeño financiero sigue resultando complejo, por lo que es importante establecer expectativas realistas con la alta dirección.

El futuro del trabajo

Aunque el camino hacia la adopción o creación de cultura organizacional con sentido humano no es fácil ni inmediato, vale la pena recorrerlo. Hacerlo ahora que estamos inmersos en un mundo tecnológico y altamente digital puede marcar la diferencia de cara a nuestros colaboradores y demás públicos de interés.¡Hagamos de nuestro lugar de trabajo un espacio deseable, seguro e inspirador para nuestros colaboradores y construyamos un futuro laboral más humano, próspero y sostenible para todos!